domingo, noviembre 05, 2006

Origen e Historia de la Ciencia Ficción


La expresión fue acuñada en 1926 por Hugo Gernsback cuando la incorporó a la portada de una de las revistas de narrativa especulativa más conocidas de los años 1920 en Estados Unidos: Amazing Stories El uso más temprano del término parece datar de 1851 y es atribuido a William Wilson, pero se trata de un uso aislado y el término no se generalizó con su acepción actual, hasta que Gernsback lo utilizó de forma consistente (después de hacer un intento previo con el término scientifiction que no llegó a cuajar).

Así pues, hasta el año 1926 la ciencia ficción no existía como tal. Hasta esa fecha las narraciones que hoy día no dudamos en calificar de ciencia ficción recibían diversos nombres: viajes fantásticos, relatos de mundos perdidos, utopías, novelas científicas
Para muchos la primera obra de ciencia ficción con contenidos similares a los del género, tal y como hoy se entiende, se remonta a 1818, año en que es publicado Frankenstein o El moderno Prometeo de Mary Séller. Algunos ven elementos de ciencia ficción en leyendas y mitos muchos siglos antes. En la mitología griega, se cuenta que Dédalo, el padre de Ícaro y constructor del laberinto de Minos, construyó estatuas de madera que eran capaces de moverse solas (¿una primitiva referencia a los modernos robots? También el viaje a la Luna fue objeto de iniciativas literarias antes de 1818; dos de las más conocidas son la de Cyrano de Bergerac, siglo XVII y la del Barón de Münchausen, siglo XVIII.

Ciencia Ficción en Europa


La concepción más tradicional de éste genero supone que tiene su punto de partida en las obras de sus dos principales precursores, J. Verne (1828-1905) y H.G. Wells (1866-1946), cuyos libros establecieron los modelos más fecundos del género: la anticipación científica del futuro: «Veinte mil leguas de viaje submarino (Verne)», «La máquina de explorar el tiempo (Wells)» (1895).

La rama europea de la ciencia ficción comenzó propiamente a finales del siglo XIX con los romances científicos de Julio Verne (1828-1905), cuya ciencia se centraba más bien en invenciones, así como con las novelas de crítica social con orientación científica de H. G. Wells (1866-1946).
Wells y Verne rivalizaron en la primitiva ciencia ficción. Los relatos y novelas cortas con temas fantásticos aparecieron en las publicaciones periódicas en los últimos años del siglo XIX, y muchos de ellos emplearon ideas científicas como una excusa para lanzarse a la imaginación.
Tanto Wells como Verne tenían en todo el mundo lectores y escritores que seguían y copiaban sus estilos, especialmente en Estados Unidos. Pronto estaría floreciendo una ciencia ficción autóctona estadounidense. Los escritores europeos aumentaron sus lectores vendiendo en el mercado estadounidense y escribiendo en ese estilo.


Estados Unidos
En los Estados Unidos de Norteamérica el género puede remontarnos a Mark Twain y su novela Un yankee en la corte del Rey Arturo, una novela que exploraba términos científicos aunque fueran enmarcados en una ficción caballeresca. Mediante el recurso a la «transmigración del alma» y la «transposición de épocas y cuerpos» el yankee de Twain es transportado hacia atrás en el tiempo y arrastra consigo todo el conocimiento de la tecnología del siglo XIX. Los resultados son catastróficos, ya que la caballeresca aristocracia del Rey Arturo se ve pervertida por el notable poder de destrucción que ofrecen máquinas como las ametralladoras, los explosivos y el alambre de espino. Escrita en 1889, Un yankee parece predecir sucesos que tendrían lugar 25 años después en 1914, cuando las viejas ideas caballerescas europeas en lo tocante al arte de la guerra acabarían hechas pedazos por las armas y las tácticas de la Primera Guerra Mundial.


La Edad de Oro (1938-1950)
Con el surgir en 1938 del editor John W. Campbell y su actividad en la revista Astounding Science Fiction(fundada en 1930) y con la consagración de los nuevos maestros del género: Isaac Asimov, Arthur C. Clarke y Robert A. Heinlein, la ciencia ficción empezó a ganar estatus como género literario, especialmente con este último, que fue el primer autor que consiguió que se editaran historias del género en publicaciones más generalistas, y fue también el que le dio mayor madurez al género e influyó poderosamente en su desarrollo posterior. Las incursiones en el género de autores que no se dedicaban exclusivamente a la ciencia ficción también le dieron respetabilidad; autores como Karel Čapek, Huxley,C.S. Lewis. Las revistas mostraban llamativas portadas con monstruos de ojos de mosca y mujeres medio desnudas, dando una imagen atrayente para lo que era su público principal: los adolescentes.
Después de la Segunda Guerra Mundial se produce una transición del género. Es la época en la que los cuentos empiezan a ser desplazados por las novelas y los argumentos ganan en complejidad.

La Edad de Plata (1951-1965)
Posiblemente, el que puede tal vez considerarse como primer título notable de la posguerra no fue escrito por un autor habitualmente catalogado como escritor de ciencia ficción y, de hecho, el libro ni siquiera fue catalogado como tal por su editor; pero sin duda lo es, y le dio a su autor fama mundial; nos referimos a 1984 (1948) de George Orwell. Pero la mejor tarjeta de visita del período de los 50 es su interminable lista de escritores que han sido la columna vertebral del género hasta casi finales de siglo: Heinlein, Asimos, Poul Anderson, Philip K. Dick,Bradbury, y muchos otros.

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